Los parásitos dentro del huésped secuestran a los glóbulos rojos transformándolos en "sacos" pegajosos que contienen hasta 32 nuevos hijos parásitos.
Los glóbulos rojos secuestrados se adhieren a las paredes por medio de una sustancia pegajosa de los vasos sanguíneos, con lo cual evitan que el sistema inmune pueda deshacerse de ellos y desecharlos del organismo.
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Con respecto a esta enfermedad se ha investigado mucho, logrando orientar y reformar la forma del diagnóstico para que su tratamiento sea más eficaz, científicos del Instituto de Investigaciones Médicas Walter y Eliza Hall, en Melburne, lograron identificar la sustancia adhesiva que evita que el parásito malárico sea expulsado del cuerpo por el sistema inmune, estos científicos australianos identificaron ocho proteínas que permiten que esta sustancia pegajosa entre en la superficie de una célula secuestrada. Estas proteínas son las encargadas de transportar el compuesto, llamado PfEMP1, que permite al parásito adherirse a la superficie de la célula infectada y formar allí los sacos pegajosos.
Estos hallazgos permitirían atacar dichas proteínas y esto sería la clave para orientar la creación de nuevos medicamentos que permitan desactivar esta proteína y convertirse en un efectivo tratamiento antimalárico.
1 comentario:
interesante. pero me gustaria conocer q avances tienen ustedes como grupo d einvestigacion o cual se han realizado en el país
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