Un profesor de medicina interna llamado Barry Marshall estuvo interesado en las observaciones de Warren y juntos aislaron los microorganismos procedentes de esas biopsias utilizando métodos empleados con Campylobacter. El cultivo inicial de 30 pacientes fue negativo porque las Campilobacter crecían a 48 h y a los tres días tiraban las placas, hasta que por fortuna casual, una incubación se realizó durante cinco días y entonces se observaron colonias. Se aislaron por técnicas de Campylobacter, pero continuaban existiendo importantes diferencias para reseñar que se trataba de una nueva bacteria, ya que Campylobacter solo tiene de 1 a 2 flagelos polares sin envuelta, y comparada con el género Spirillum era más corta que una espiroqueta.
En 1984, Barry J. Marshall y J. Robin Warren escribieron juntos a The Lancet, para relatar que los bacilos curvados o espirales encontrados en 58 de 100 pacientes eran gram-negativos, flagelados y microaerofílicos y se creía que se trataba de una nueva especie del género Campylobacter.
Era una bacteria espiral nunca cultivada antes, y su asociación con la gastritis activa crónica no se había descrito. Su morfología se parecía a Campylobacter, al igual que sus requerimientos atmosféricos y su composición de DNA. Pensaron que era temprano acuñarla Campylobacter pyloridis y la llamaron “pyloric campylobacter”. Finalmente, este microorganismo es hoy conocido como Helicobacter pylori. Marshall y Warren encontraron que la infección de H. pylori se asocia a ulceración duodenal y esta observación pronto se confirmó y extendió. Desde este instante, y cuando se cumplen ya 30 años desde las primeras notificaciones de este microorganismo, otros muchos investigadores han confirmado su presencia en la mucosa gástrica.
En 1994, una conferencia consenso de los Institutos Nacionales de la Salud concluyó que H. pylori era la mayor causa de enfermedades de úlcera péptica. Ese mismo año, la Agencia Internacional enInvestigación del Cáncer declaró a H. pylori como carcinógeno en humanos. Helicobacter pylori ha sido relacionada con muchas lesiones del sistema digestivo, tanto benignas como malignas. En cualquier población, H. pylori es la máxima causante de tanto la úlcera gástrica como duodenal. Ha sido asociada, además, con el descubrimiento de linfomas gástricos non-Hodgkin’s y con otros desórdenes linfoproliferativos, MALToma ((Mucosal-Associated Lymphoid Tissue) lymphoma), gastritis crónicas, úlcera péptica, adenoma y adenocarcinoma del colon, posibles adenocarcinomas pancreáticos, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Referencia: Cava Felipe1. y Cobas Guillermo2."Dos decadas de Helicobacter pylori"
1. Centro de Biología Molecular, Universidad Autónoma de Madrid España
2.Centro de Estudios de Biotecnología Universidad de Oriente. Santiago de Cuba.